En vista de la creciente densidad de población y el aumento de la temperatura en las ciudades, la vegetación urbana es cada vez más importante tanto para los edificios en el entorno residencial como en los espacios públicos. La mayor parte de las ciudades cuentan con el asfalto como protagonista lo que origina un aumento de arrastres y dilución de contaminantes e inundaciones provocando pérdidas económicas y poniendo en riesgo la seguridad ciudadana.