Gestionamos el agua de manera sostenible

En vista de la creciente densidad de población y el aumento de la temperatura en las ciudades, la vegetación urbana es cada vez más importante tanto para los edificios en el entorno residencial como en los espacios públicos. La mayor parte de las ciudades cuentan con el asfalto como protagonista lo que origina un aumento de arrastres y dilución de contaminantes e inundaciones provocando pérdidas económicas y poniendo en riesgo la seguridad ciudadana.

¿Qué son los SUDS?

Son técnicas de gestión de aguas pluviales y planeamiento urbano que pretenden imitar procesos hidrológicos previos al desarrollo urbanístico, controlando así la escorrentía en el paisaje urbano. Estos sistemas pretenden reducir la cantidad de agua del vertido final y mejorar la calidad del agua vertida al medio natural, obteniendo soluciones de gestión integrada del ciclo del agua ligadas a la protección medioambiental de las aguas receptoras.

Así, los principales objetivos de los SUDS son:

  • Crear ciudades más respetuosas con el ciclo natural del agua intentando imitar la situación previa al actual escenario urbanizado, además de aumentar su permeabilidad, creando más zonas verdes y sistemas de recogida y tratamiento de agua.
  • Captar el agua de lluvia mediante el uso de materiales filtrantes como capas granulares, geotextiles y celdas drenantes, preservando así su calidad.
  • Reducir la escorrentía pluvial urbana, es decir, que es el agua de lluvia no absorbida por el terreno. Las aguas captadas y tratadas por los SUDS pueden ser atenuadas al Dominio Público Hidráulico (DPH) o acumuladas en depósitos, bien para su reutilización (riego) o bien para su infiltración en el terreno (depósitos de infiltración), recargando el freático.
  • Tratar la escorrentía pluvial urbana al reducir su carga contaminante provocada por la actividad ciudadana mediante un filtrado con capas granulares y geotextiles.
  • Apostar por una economía circular en el ciclo urbano del agua. Al considerar el agua de lluvia como un recurso natural valorizable, se capta y se gestiona preservando y/o restaurando su calidad, permitiendo así usos posteriores (riego, baldeo, inodoros, recarga del freático), en espacios de ocio y deportivos, incluso en usos paisajísticos (láminas de agua, cuerpos de agua, humedales), o su vertido a cauce (DPH).